Parte 2
En el artículo anterior, vimos ciertas especies y sus técnicas de captura, demostrándonos que con un poco de paciencia y un perfeccionamiento del estilo, podremos darles caza mientras practiquemos a menudo.
Seguiremos el recuento con un pez muy común entre los pescadores submarinos, ya que se extiende desde la I Región hasta la XI, este pez es el Rollizo.
Normalmente tiende a formar cardúmenes y a estar en aguas libres, llegando a pesar 3 kilogramos los ejemplares adultos y en algunos casos 4 y 5 kilogramos mientras más al sur les demos captura.
A menudo, su comportamiento se caracteriza porque al hacer esperas, generalmente se acercan los ejemplares de menor talla, y luego de segundos, aparecerán los ejemplares de interés.
Es un pez desconfiado, muy atento a nuestros movimientos, pero curioso. Esta última característica nos será muy útil, ya que las técnicas que nos da a elegir son variadas.
En práctica he notado que este ejemplar, mantiene distancia cuando nos ve el rostro, por lo que al llegar a fondo deberemos hacer esperas situándonos entre piedras de cierta altura, que nos permita asomarnos y escondernos cada cierto tiempo, para provocar una mayor curiosidad en el pez, seguido de su acercamiento hacia nosotros, éste será el momento entonces de apuntar y disparar.
Hay que tener precaución cuando se les dispara, ya que una vez con la flecha en el cuerpo, tratará de liberarse, girando 360º sobre su eje al igual que un cocodrilo cuando se alimenta, provocando que se raje mucho más rápido si el disparo fue en una parte blanda.
Gusta de alimentarse en arena, enterrando su cabeza en busca de pulguitas o pepinos de mar, levantándola y dejando agujeros en el fondo, normalmente en sectores donde termina el rodado y empieza la arena.
Cuando estemos pescando y veamos agujeros y arena en suspensión, sabremos entonces que nos encontraremos en medio de la zona en la cual se están alimentando, por lo tanto otra técnica es que, al llegar a fondo, levantemos arena con nuestras manos, así, de esta manera, el pez acudirá atraído por las partículas en suspensión ya que su instinto le hará creer que hay otro rollizo alimentándose allí.
También lo podemos encontrar en rendijas y cuevas comportándose de una manera desconfiada por lo que habremos de apurarnos en el tiro.
Según la claridad del agua y lo “lobo” o ahuyentado que esté el pez, se ocupará arpón de 75cms a 100cms.
El Peje Perro o Coronel, sin duda alguna es uno de los peces más majestuosos y de difícil captura que encontraremos en el listado, entra la I y V Región.
Tiende a andar en cardúmenes y exige de un nivel de apnea mayor, ya que, sacarlos en espera es difícil, necesitaremos de un mayor tiempo de fondo, y un buen estilo el cual no haga ruido que lo pueda espantar.
Éste pez, presenta un verdadero desafío al pescador submarino, ya que siempre mantiene su distancia hacia con nosotros y ante la más mínima señal de peligro, bastará tan solo un coletazo para alejarse rápidamente.
¿Qué hacer entonces para darles caza?
Existen ciertas técnicas las cuales nos van a ayudar a llamar la atención de estos ejemplares, una de las más características es el “llamado del Peje Perro”.
Ésta técnica consiste en rozar fuertemente nuestros dedos índice y pulgar, los cuales emitirán un ruido, que según algunos pescadores submarinos simulan al que hacen los molares de este pez cuando se alimenta, por lo que será una invitación a cenar, picando el anzuelo y acercándose finalmente a nuestro rango de acción.
Otra técnica más arriesgada y de mayor exigencia, es acecharlos hasta que nos den tiro, por alguna u otra razón si nadamos directamente hacia este pez, y éste arranca y lo seguimos persiguiendo, a veces llega un momento que para en seco y nos da el lado, seguramente movido por la curiosidad de no saber que lo persigue. Ya que los peces arrancan alertados por su línea lateral la cual les indica que algo se acerca, pero su curiosidad les hará voltear para saber que es lo que aún esta allí nadando hacia ellos y en ese preciso momento, que dura apenas unos segundos, les daremos captura.
Cabe mencionar que éste animal, se encuentra a partir de los 12 metros, encontrándose en pocas partes a menor profundidad.
Y finalmente, si no queremos cansarnos y queremos darles captura de una manera más fácil, lo que podemos hacer, es que, una vez localizado en aguas libres, nos acerquemos lo más que podamos y los asustemos, disparando el arpón, golpeando el fondeo con alguna roca, o emitiendo algún ruido fuerte que provoque que el pez busque refugio, observando muy bien aquella cueva o rendija en la que se refugió, ya que una vez allí, lo más probable es que en nuestra siguiente inmersión lo veamos escondido en la misma piedra.
El comportamiento de este pez cambia radicalmente cuando lo encontremos encuevado, ya que de ser muy lobo y esquivo, pasará a ser completamente dócil, quedándose inmóvil la mayor parte de las veces cuando los alumbremos con la linterna, confiados de la seguridad que les brinda el agujero. En estas ocasiones entonces, tendremos tiempo para apuntar bien, dar un tiro certero y conseguir nuestra presa.
El arpón a utilizar será preferentemente el de 100cms siempre que lo busquemos en aguas libres.
El apañado, es un pez que encontraremos desde muy baja profundidad a muy hondo, de hábitos nocturnos.
Según la profundidad o el tipo de fondo sobre el que nos encontremos, tenderá a estar en aguas libres, formando cardúmenes.
Debemos darles caza de manera sigilosa, para no ahuyentar a los demás peces cuando estén en aguas libres y cuando los busquemos en agujeros, deberemos ser lo más rápido posible, ya que éste pez, es sensible a la luz de la linterna, lo que lo ahuyentará en ciertas ocasiones.
Otra característica es que prácticamente una vez echado a la carrera, no parará de nadar, así que si lo vemos encuevarse en rendijas que formen túneles, lo más probable es que en la siguiente inmersión no veamos más que la piedra sola con algún camarón perdido.
Una precaución que debemos tener con este pez, es que a pesar de que sea delgado y se vea frágil, la verdad es que tira en exceso, razón por la cual, deberemos dispararles con aire suficiente para luchar con él y subir a la superficie cuando nos encontremos hondo con ejemplares que superen los 3 kilogramos.
Llega a pesar 6 kilogramos, escuchándose historias de ejemplares que superan los 8 kilogramos.
Debido a sus hábitos lo encontraremos mayormente encuevado, bajo huirales o a la sombra de rocas.
El arpón a utilizar será de 75 a 90cms para el agujero y de 90cms a 100cms para aguas libres.
La vieja Tiuque, Cherno o Vieja Dura, es un pariente del Mero, se extiende desde la I hasta la V Región, y en similitud a su pariente, la encontraremos casi exclusivamente encuevada o asomada fuera del agujero.
Es un pez en la mayoría del tiempo dócil y muy curioso, saliendo del agujero en ocasiones a observarnos si nos quedamos inmóviles fuera de éste.
Llegando a pesar hasta 3-4 kilogramos, de carne blanca y sabrosa, es un verdadero deleite al paladar con una buena cocina.
En tanto a su captura, si buscándolas nos encontramos sobre un fondo rocoso disperso, el cual tenga muchas cuevas y algunas de ellas muy pequeñas para revisar con cualquier arpón, podemos aplicar la siguiente técnica sabida por pocos.
Tomaremos una roca del fondo, y la dejaremos caer sobre otra, el ruido de la colisión será un verdadero llamado para estos peces, los cuales, movidos por la curiosidad saldrán de su refugio, generalmente si hay varios, por montones a examinar el objeto extraño que provocó ese disturbio.
Es en ese momento que aprovecharemos la curiosidad de este pez para darles captura, gracias a nuestro buen amigo el arpón de 75cms que será ideal para este tipo de pesca.
Y para terminar, por esta ocasión, el congrio negro o colorado.
El congrio vive única y exclusivamente en rendijas, donde se acomoda muy bien con su forma de culebra o anguila.
Lo difícil del congrio no es darles captura, ya que por lo general se quedan quietos cuando los alumbremos, o tenderán a retroceder un poco.
Lo complicado es encontrar las potenciales grietas que puedan darle refugio.
Éstas grietas se caracterizan por tener fondo de arena, y con una forma que a medida que más se adentre la grieta, más estrecha se va haciendo ésta. Esto confortará al pez, el cual se encontrará seguro.
Por lo general podemos encontrar camarones fuera de éstas grietas, los cuales comen los restos que no aprovecha el congrio, y los encontraremos por montones, generalmente nerviosos por la presencia de éste animal.
Otra característica del congrio es que emite un sonido muy particular, el cual, si estamos atentos, podremos escuchar y nos podemos guiar hacia donde se encuentre el pez.
Este sonido suena como cuando pronunciamos la consonante M con la boca cerrada, y es un sonido grave el cual se diferencia claramente del sonido de los camarones en el fondo.
Si lo seguimos, encontraremos al emisor, el cual, delatado por su llamado, nos dará la oportunidad de darle caza.
Antes de dispararle al congrio, trataremos de apuntarle en la cabeza, ya que tiene una piel muy blanda, la cual se rajará si forcejeamos con el animal.
Otra precaución es que por sus características morfológicas, una vez arponeado, tenderá a refugiarse mas adentro en su grieta lo que potencialmente significa enrocamiento de la varilla, lo cual deberemos evitar, sacando rápidamente al pez una vez hecho el disparo, teniendo cuidado con sus fauces ya que tiene a morder si le damos la oportunidad.
El arpón que nos acomoda más a éste tipo de captura es el de 75cms.
Esperando haber colaborado con la pesca submarina dentro de Chile
Javier Huichalaf Roa
Buzo Deportivo Apnea