28 de mayo de 2008

Siguiendo la ruta de la costa

Pichilemu
Luego de detenerme en Concepción y bucear un par de días allí, no puedo emitir grandes comentarios con respecto a ese sector, puesto que en los días que anduve por la zona, hubo marejada y bloom de microalgas, o sea, un aumento explosivo en la población de microalgas, lo cual trajo como consecuencia, aguas turbias.
De todas maneras algo alcanzé a apreciar del fondo y se veian bolones blancos, mucha cueva y harta vida. Alcanzé a sacar rollizos grandes y buenos bilagays, pero no encontré Viejas, pero se sabe que en Concepción ya podemos encontrarlas.


El camino hacia Pichilemu es muy lindo y se mantiene en buen estado. Pavimentado hasta esa ciudad, en el camino podemos apreciar el alto tráfico de camiones madereros, puesto que en la zona, se trabaja harto el Pino y el Eucaliptus, además de la actividad agrícola.

Caracterizada por el Surf, dicha localidad cuenta con muchas tiendas de éste deporte y un punto neurálgico importantísimo que es La Punta Lobo. Lugar donde se forman las olas más grandes y representativas de este poblado.



Siendo un lugar muy expuesto y bajo en profundidad, basta una ligera brisa para que el mar empieze a crecer y se formen sus ya características olas que han llegado a medir hasta 6 mts y más.

Por lo tanto las fechas que podemos encontrarlo, lo suficientemente tranquilo para poder realizar la pesca submarina, son muy pocas en el año, debido a que la profundidad en la que se encuentran los peces va desde los 0 hasta los 4 mts que alcanzamos a encontrar.

Uno de los grandes problemas y a la ves una de las grandes desiluciones que podemos llevarnos, son los bancos de arena que se forman por el oleaje. Debido a éstos bancos que se van desplazando según la corriente, puede que encontremos en un buceo todas las piedras a la vista con la capacidad de revisar cuevas y en otro buceo, encontremos todas las piedras cubiertas de arena limitándonos enormemente la cantidad de pesca al final de la Jornada.

Nosotros, un grupo de amigos, buceamos en la misma Punta Lobo cuando el mar se encontraba en óptimas condiciones para realizar una jornada segura.

En auto se puede llegar a la misma Punta, pero al lugar que se llega está en altura, obligándonos así a bajar con nuestras mochilas, y cambiarnos de equipo más cerca de la orilla.

Una ves en el agua, lo primero que vimos fueron jerguillas, en altas concentraciones seguidos por bilagays, luego algunos rollizos, viejas y finalmente un golpe de suerte un congrio que sacó Hector.

Allá el nombre común de los peces varía, a los bilagay se les llama pintacha, a las viejas se les llaman jerguillones, a los chalacos viejas y asi ocurre con varios peces más.

El fondo marino caía en arena casi inmediatamente y lamentablemente para nuestra mala fortuna, llegamos un día el cual se encontraba la zona de pesca embancada, aun así apreciamos lindas piedras en la orilla, restos de una embarcación y huirales.

Al final de la jornada entonces pudimos pescar Viejas de muy buena talla, entre 8 y 10 kilos, rollizos de 3 kilos y un congrio de 7 kilos.

Entonces me pregunto, como será la zona cuando no esté embancada de arena, cuánta cantidad de peces habrán.

Digo ésto porque, al estar embancado el fondo, los peces no tienen donde refugiarse, ni de que alimentarse, entonces tienen que migrar a un sustrato el cual posea piedras donde puedan alimentarse y refugiarse.

Y si esa zona, embancada nos dio relativamente buena pesca en tanto a las tallas, no puedo imaginarme de que tamaño serán o en que cantidad andarán los peces cuando no se encuentre embancado el sector.

Las imágenes hablan por sí solas, grandes peces, grandes sonrisas, grande el seviche.

Quizás nosotros nos esperabamos algo mas colosal, algo mas desproporcionado tanto en cantidades y tamaños, pero agradezco que gozamos de una buena jornada en la cual cada uno de nosotros pudo sacar uno o mas peces grandes y en la cual pudimos conocer un poco mas la costa de nuestro extenso mar.

Con eso soy feliz y me despido hasta el siguiente buceo, la siguiente experiencia.


Javier Huichalaf Roa.

Buzo Deportivo Apnea, Quinta Región.

























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